Un General Manarger que ha ido perdiendo los grandes jugadores que tenían los Suns hace cinco años no ha sabido encontrar recambio hasta la situación actual. La última bala que tenían en el cargador para esta temporada después de ver como se escapaba Eric Gordon, fue Michael Beasley, que ha sido otro bluff hasta tal punto que es un jugador reserva. La otra gran contratación, Goran Dragic, demuestra que es un base decente de nivel medio NBA, pero no ha progresado ni ha estado al nivel que se esperaba (quizás por los problemas físicos que arrastra). La situación es desesperante, sin jugador All-Star, ni jugadores jóvenes con gran progresión, Phoenix, nunca mejor dicho, vagará por el desierto durante unos años para encontrar un hueco en Playoff.
Mientras, pierde a un buen entrenador, que parece ideal no solo para administrar un gran equipo como en 2010, sino que hubiera sido perfecto para el recambio, con un par de jugadores jóvenes de gran proyección que hubieran sido All-Star en los próximos años. Pero, el señor Lon Babby a pesar de demostrar su gran incapacidad para ser ejecutivo, tampoco ha acertado en los últimos draft porque la última elección, Kendall Marshall ha jugado más en la D-league que en la NBA, a pesar de ser una elección alta.
Así, después de la espectacular marca de 13-28, y los innumerables cambios que ha realizado Gentry, al quinteto inicial y a la rotación de banquillo, ha decidió finalizar de acuerdo con la franquicia su vinculación con Phoenix. La contratación de Hunter, de momento hasta finalizar la temporada.
La mejor noticia de la temporada hasta ahora, es que Phoenix tiene grandes posiblidades de tener dos bolas en el bombo de draft, la suya y la que llegó de Los Ángeles este verano por el traspaso de Steve Nash.
